Corriendo al trabajo, corriendo a comer, corriendo a quedar con tus amigos… ¡Vas siempre a toda prisa! Pues en este mundo tan frenético está surgiendo una tendencia de belleza más tranquila y pausada: la “Slow Beauty“. Respira hondo, relájate 5 minutos y lee este artículo para tomarte la vida (y el cuidado personal) de otra manera.
¿En qué consiste la tendencia “Slow Beauty”?
Dormir 8 horas diarias, hacer deporte varias veces por semana y mantener una dieta saludable requiere tiempo, un tiempo que, por desgracia, en muchas ocasiones no tenemos. Sin embargo, todos estos aspectos son esenciales para cuidar de tu belleza.
Pero piénsalo un segundo. ¿De verdad no tienes 45 minutos 3 veces por semana para hacer algo de deporte? ¿En serio no puedes pasar un poco menos de tiempo viendo la televisión por la noche, acostarte antes y dormir más? Aunque no tengas mucho tiempo para cocinar, ¿no te has planteado buscar por internet recetas fáciles y sanas que se hacen en 15 minutos?
La cosmética “Slow” en el ritual de belleza coreano
Como ves, en ocasiones el cambio no está tanto en sumarle horas al día, sino en distribuirlas mejor. Es decir, la transformación no es solo cuestión de agenda, sino de actitud.
Y que conste que no te estamos pidiendo que te conviertas en una Beauty Junky, sino simplemente que te dediques un poco más de tiempo a ti misma para tu bienestar personal.
Las coreanas siempre han tenido presente la necesidad de cuidar sus hábitos con productos de cosmética slow para mantener su piel tersa y bonita. De hecho, su rutina de belleza tiene nada menos que 10 pasos que cumplen a rajatabla diariamente. E incluso varias veces por semana sacan tiempo para aplicar sus mascarillas (como la Camelia Happy Mask, que te recomendamos si sufres acné). Es decir, se dedican a sí mismas el tiempo que necesitan para que su piel luzca perfecta.
La tendencia “Slow Beauty” necesita horas, sé consciente de ello. Pero, por otra parte, la reducción del estrés y del ritmo espídico genera un aumento del confort. Y, por qué no decirlo, de la felicidad. Y la felicidad, sin duda alguna, es una de las recetas más infalibles que se conocen para aumentar la belleza. Por eso, aunque no la puedas tener enfrascada en tu neceser, no subestimes su poder antienvejecimiento.