Relax, nuevos paisajes, terrazas, arena, atardeceres… El verano nos deja, sin duda, muy buenos recuerdos y sensaciones vacacionales. Sin embargo, como las células de nuestro cutis también tienen memoria, es necesario aplicar una serie de cuidados de la piel después del verano para mantenerla hidratada, luminosa y libre de arrugas tras los excesos estivales.
Hasta cierto punto, las anomalías que surgen después de las vacaciones pueden evitarse teniendo algunos cuidados durante las mismas. Algunos de ellos son la aplicación diaria de un protector solar adaptado a tu piel o la ingesta de 2 litros de agua diarios.
Pero partiendo de la base de que no se pueden evitar en su totalidad los factores que generan los problemas cutáneos (a no ser que en lugar de disfrutar del estío te metas en una cueva a pasar los meses de calor), siempre es conveniente aplicar una serie de cuidados de la piel tras el verano. De esta manera, recuperaremos su suavidad y luminosidad habituales de la forma más rápida y eficaz posible.
¿Cuáles son los problemas dérmicos más comunes tras las vacaciones?
La deshidratación
La sal del mar, el cloro, la excesiva exposición solar… El verano nos lleva de forma inequívoca a tener una piel más reseca de lo habitual. De hecho, la tirantez y las descamaciones son un problema dérmico muy común tras unas vacaciones en la playa.
Si, además, hemos descuidado algunos elementos clave como el mejor protector solar según dermatólogos o la ingesta de líquidos, ¡la piel puede terminar totalmente dañada!
Por tanto, aunque siempre son necesarios los cuidados de la piel contra el sol, ten en cuenta que no serán tan eficaces si no has tomado las precauciones previas necesarias.
Las manchas
La hiperpigmentación causada por el sol es el eterno problema postvacacional (junto con la depresión que lleva el mismo nombre, por supuesto). El exceso de producción de melanina en algunas zonas de la piel puede derivar en las antiestéticas manchas.
Además, el fotoenvejecimiento genera arrugas, por lo que es necesario tanto protegerse de él como aplicar productos específicos como mascarillas para manchas en la piel producidas por el sol.
De cualquier manera, hayamos cuidado de nuestra piel o no durante las vacaciones, siempre es conveniente aplicar un tratamiento hidratante e iluminador tras los días de descanso. Pero… ¿en qué consiste exactamente?
Principales cuidados de la piel después del verano
Hidratar
Nuestro cutis necesita un extra de hidratación tras los meses estivales. ¿Cómo aplicarlo? Muy sencillo. Utiliza una crema hidratante 2 veces al día (tras una minuciosa limpieza de la piel) e incluye las mascarillas de forma más intensiva de lo normal (puedes usarla incluso más de 3 veces a la semana si fuera necesario).
También es imprescindible seguir utilizando un protector solar facial. El sol puede dañar tu piel todos los días del año, por lo que siempre debes protegerla. Pero las semanas posteriores a las vacaciones de verano resulta especialmente importante cuidar nuestro cutis, ya que los rayos solares continúan siendo muy fuertes.
Reparar
Para devolver la luminosidad a tu rostro y desterrar cualquier resto de manchas solares que puedas haber notado tras los días de playa, es muy recomendable utilizar un sérum reparador.
Los que contienen una mayor concentración de vitamina C, como el Cellmax C de Suiskin, son los idóneos para eliminar la hiperpigmentación.
Esto se debe a las fantásticas propiedades de la vitamina C, que no pueden ser aprovechadas al máximo por la piel a través de la ingesta de alimentos como el kiwi o la fresa.
Pero aplicándola directamente a través del sérum sí que se pueden conseguir resultados visibles en poco tiempo. ¿Por qué no lo pruebas? Se convertirá en uno de tus imprescindibles en lo que a cuidados de la piel después del verano se refiere.
Mantener
Cuando conseguimos un precioso color dorado tras las vacaciones no queremos perderlo por nada del mundo. O, como mínimo, pretendemos que se atenúe lo más paulatina y lentamente posible. ¿Cómo conseguirlo?
En primer lugar debes hidratar tu piel desde dentro consumiendo dos litros de agua diarios. Así tu piel no se resecará y mantendrá su color más brillante.
Por otra parte, también puedes consumir frutas y verduras ricas en betacarotenos, que ayudan a mantener la coloración de la piel. Algunos ejemplos son la zanahoria o la papaya.
Ahora que ya conoces los principales cuidados de la piel después del verano para mantenerla radiante, ponte en marcha y luce tu mejor cutis a la vuelta de las vacaciones.