Todos los cutis, sean como sean, necesitan cuidados diarios. Pero la piel sensible… ¡más aún! Descubre cómo reconocerla y tratarla en los próximos párrafos. Te aseguramos que, tanto tú como tu rostro, ¡saldréis beneficiados de la lectura!
Resumen
Cómo saber si mi piel es sensible
Cuando las células del rostro sufren una pérdida o daño en la función barrera, suelen aparecer los típicos signos (también llamada piel reactiva): sequedad, sensación de tirantez, rojeces, sensación de ardor, picor, descamación o asperezas. Si tienes uno o varios de estos síntomas, lo más probable es que precises de un tratamiento adecuado para tratar esta hipersensibilidad en la piel.
¿A qué se debe la sensibilidad en la piel?
- Circunstancias personales
Hay algunos aspectos como los cambios hormonales, el embarazo, la menopausia o el ciclo menstrual que pueden afectar a la función barrera.
Por otra parte, el estrés prolongado o la falta de sueño pueden derivar también en una mayor sensibilidad hacia los irritantes.
- Falta de hidratación
El déficit de tratamientos hidratantes diarios también puede aumentar las probabilidades de descamación y enrojecimiento. Más aún en las personas que sufren de algún tipo de alergia o reacción a sustancias como el polen.
- Sequedad ambiental
Hay algunos factores externos que pueden derivar en que los casos de sensibilidad se disparen.
Algunos de ellos son el frío extremo de algunos climas, el abuso de la calefacción y el aire acondicionado (que bajan en gran medida la humedad del ambiente) o la sobreexposición a contaminantes o humo de tabaco (para lo que ya existe la cosmética antipolución).
- Exposición solar
Otro de los motivos más comunes es la exposición a la radiación solar sin ningún tipo de protección.
Aunque es importante aplicar un protector a diario (aspecto que para las coreanas es sumamente importante), más lo es en situaciones en las que la dermis va a estar especialmente expuesta al sol. No olvides nunca, y menos si tienes la piel sensible y grasa, aplicar protector cada mañana.
- Componentes irritantes
Una de las causas más desconocidas de la hipersensiblidad de la piel es la utilización de productos cosméticos que utilizan sustancias irritantes. Si notas algún tipo de síntoma, lo mejor será que revises muy bien la lista de componentes antes de hacerte con tus productos de cuidado facial.
- Productos no adecuados
Por otra parte, intenta adecuar siempre los cosméticos a tu tipo de cutis. Es decir, que si notas signos, evita aquellos que puedan dañar la capa lipídica al limpiar la piel. Los colorantes, algunas fragancias o el alcohol son algunas de las sustancias de las que, por lo menos, debes intentar rehuir.
La piel sensible puede aparecer por muchas causas diferentes, pero lo importante es tratarla de manera específica para evitar la irritación y las rojeces.
- Exfoliantes fuertes
Los exfoliantes demasiado agresivos pueden derivar en la típica irritación de la piel sensible y reactiva. También lavar la cara demasiadas veces al día o con agua caliente podría ser desencadenante de esta desagradable situación cutánea.
Tratamiento para la piel sensible
Somos lo que comemos. Por tanto, dale a la piel, tanto por dentro como por fuera, una buena nutrición. Complementa una dieta rica en aceites vegetales, vitaminas A, C y E y antioxidantes con cosméticos que contengan estos nutrientes. Y, por supuesto, ¡bebe 2 litros de agua diarios!
Decántate también por aquellos productos que contengan glicerina, un componente que ayuda a mantener el equilibrio hídrico de la dermis. Un buen ejemplo lo tienes en la mascarilla Slice Mask Sheet Coco, que además de contener este ingrediente, está especialmente formulada para calmar el cutis y reducir la irritación, lo que la hace perfecta para una piel sensible con rojeces.
Si quieres sentir tu piel más fresca, suave y nutrida que nunca, aplica los cuidados de esta fantástica mascarilla de Kocostar un par de veces por semana. Verás un cambio impresionante desde las primeras aplicaciones. ¡Te lo aseguramos!
Ya sabes cómo reconocer la piel sensible y cuál es su tratamiento. ¿Qué te queda ahora? Ponerte manos a la obra y cuidarla al máximo. Comparte este artículo en tus redes sociales para ayudar a aquellas persona que, como tú, tienen el cutis delicado y con tendencia a la irritación.