A estas alturas seguro ya tienes total conciencia para proteger la piel del sol en la playa o la piscina. Pero… ¿seguro que haces todo lo que está en tu mano para resguardar tu piel de los efectos dañinos de la radiación solar? ¿Con utilizar protector en verano es suficiente?
No, ni mucho menos. El sol daña la piel de tu rostro todo el año, pues los rayos UVA y UVB no tienen vacaciones en ninguna estación. Por ello, proteger la piel de la cara a diario antes de salir de casa debe convertirse en un paso más de tu rutina.
El mejor protector solar facial
La radiación solar es una de las principales causas de envejecimiento prematuro. Además, es el aliado número 1 de las molestas manchas. Por todo ello, no podemos sorprendernos de que las personas que mejor mantienen su cutis a lo largo de los años sean aquellas que se protegen con un SPF alto (30 o más) a diario.
¡Y no pienses que van por ahí con la cara toda con brillos y pesada! Hay fantásticos protectores faciales con una textura ligera. Un buen ejemplo es el Daily Defense Sunblock SPF50+ de Suiskin, que contiene diferentes activos antiedad, hidratantes y reafirmantes. Al ser un producto de cosmética coreana, se entiende que es parte de la rutina diaria, por lo que puede aplicarse sobre la piel con o sin maquillaje. ¡Sin sensación pegajosa!
Como ya sabes, la cosmética coreana está constantemente innovando, siempre en la búsqueda de las texturas perfectas. En cuanto a protectores solares, con el Daily Defense Sunblock han conseguido una combinación insuperable de un gran factor de protección con la máxima ligereza.
¿Dónde está la clave? En sus fantásticos componentes, entre los que podemos encontrar la ubequinona (poderoso antioxidante), el acetil hexapéptido (con capacidad anti-arrugas) o el óxido de zinc (que hace de filtro solar). Esta conjunción única de ingredientes nos trae la protección solar al más puro estilo coreano hasta nuestros neceseres occidentales.
De hecho, las coreanas, que poseen un cutis impecable, intentan evitar todo tipo de radiación en cualquier momento del año, para lo que utilizan incluso sombrillas en sus desplazamientos a pie. No obstante, también hay que entender que en su cultura el concepto de la belleza pasa por una piel completamente blanca, sin marca alguna de exposición solar.
Pero en Occidente la cosa cambia, ¿verdad? Una piel dorada a mitad de verano nos parece una forma fantástica de vernos un poco más atractivos frente al espejo. Ahora, siempre con moderación y máxima protección. Por ello, vamos a darte algunos consejos sobre qué debes hacer antes, durante y después de tomar el sol para mantener una piel sana e hidratada.
Antes de tomar el sol …
Cuida tu alimentación
Mimar la piel desde el interior es clave para mantenerla fuerte frente a los rayos solares. Una buena alimentación durante todo el año siempre ayuda, pero si la complementas con una dosis de betacarotenos con alimentos como la calabaza, la zanahoria o el tomate, tendrás una piel con más melanina y mejor preparada para luchar contra el sol y los radicales libres.
Bebe mucha agua
Cuanto más hidratada tengas la piel, mejor y con más defensas va a responder a la radiación solar. Intenta beber unos 2 litros de agua a diario, ya no solo los días antes de la exposición solar (donde debe ser aún más importante), sino durante todo el año.
Exfolia la piel
Utiliza exfoliantes corporales y faciales varios días antes de tomar el sol. De esta forma quitarás esa capa de células muertas y regenerarás toda la dermis. Además, ¡así te presentarás con una piel fantástica y renovada en la playa o la piscina!
Durante la exposición solar …
Utiliza protector
¡Por supuesto! En función de tu tono de piel puedes usar un protector que vaya de los 30 SPF (si ya tienes bastante color) a los 50+ SPF (si tienes la piel más blanca). Nunca (¡nunca!) utilices un factor más bajo, aunque ya tengas la piel bronceada. Acuérdate de aplicarlo unos 30 minutos antes de la exposición solar y renovarlo cada dos horas.
Evita las horas pico
Entre las 12:00h y las 16:00h las radiaciones son mucho más fuertes y tienen más potencial dañino. Intenta estar bajo techo (o sombrilla) durante este horario.
Sécate bien después de cada baño
Las gotas de agua hacen efecto lupa y pueden multiplicar el riesgo de sufrir quemaduras solares.
Después de tomar el sol …
Utiliza aftersun
¿Cómo no? Estos productos suelen tener ingredientes que calman la piel tras tomar el sol.
Dúchate con agua tibia (o fría)
El agua fría mejora la circulación, mientras que la caliente puede potenciar la descamación y acortar así el bronceado.
Cuida (de nuevo) tu alimentación y toma (de nuevo) muchísima agua
Hidratar y nutrir la piel desde dentro es el mejor método de mantenerla tersa, suave y saludable. Después de exponerte al sol puedes ayudarte de verduras de hoja verde, frutos rojos y secos para regenerar tu piel. También puedes beber muchos zumos, sopas frías o frutas con gran contenido en agua (como la sandía).
Ahora que ya conoces todos los trucos para mantener una piel saludable antes, durante y después de la exposición al sol. Solo nos queda decirte que… ¡disfrutes de tu verano a tope!