La historia de la cosmética bebe de la botánica, de ahí que los productos que presumen de una base 100 % natural sigan encontrando en las plantas un buen número de ingredientes de gran efectividad.
¿Sabías que las flores son unas perfectas aliadas del cuidado de la piel? son precisamente las flores las que se convierten en unas perfectas aliadas del cuidado de la piel. Cada una, además, tiene sus propias características, por lo que una sabia combinación, como si fuera un ramillete, permite crear tratamientos con diversos beneficios.
Si usamos narcisos, por ejemplo, conseguiremos una buena regulación de la temperatura corporal y un producto con propiedades relajantes para la piel. La freesía, por su parte, era considerada una flor mágica en África, ya que su aporte es sobre todo sensorial, dando optimismo, valor, seguridad… Del mismo modo, la magnolia, que no todos saben que es un potente antidepresivo, se usa en cosmética como un efectivo blanqueador de la piel.
El extracto combinado de estas tres flores se encuentra en la nueva línea Biological Fermento, concretamente en la fórmula que estrena el Biological Fermento Panacea, la solución concentrada de Suiskin que actúa como tónico hidratante y sérum iluminador al mismo tiempo. Pero no solo estas tres, hay que sumar otras como el iris japonés, la edelweiss, la rosa damascena e incluso las lilas, una flor rica en vitamina C y taninos y que, en extracto, actúa como antioxidante y regenerante, calmante y reafirmante. Es decir, todo un activo potente y natural que enriquece aun más un producto tan efectivo.
El empleo de flores se convierte, de este modo, en una tradición milenaria que se mantiene igual de activa siglos después. Gracias a ellas, conseguiremos una piel luminosa y perfectamente hidratada.